A Clockwork Orange


La naranja mecánica (1972) es la adaptación al cine de la novela homónima de 1962 de Anthony Burgess. La adaptación fue producida, escrita y dirigida por Stanley Kubrick. Presenta a Malcolm McDowell como el carismático delincuente Alex. El filme presenta una banda sonora realizada por Wendy Carlos.


El filme de Kubrick es relativamente fiel a la novela de Burgess, omitiendo al final, un capítulo positivo en el cual Alex madura y se desprende de lo sociópata. La película termina con el ofrecimiento a Alex de un trabajo en el gobierno, implicándo que Alex se mantiene sociópata; mientras que la novela termina con el positivo cambio de Alex. Esta discrepancia ocurre porque Kubrick basó el guión en la edición norteamericana del libro, cuyo capítulo final fue borrado por insistencia del editor. Kubrick dijo que no había leído la versión original de la novela hasta que ya casi había terminado de escribir el guión y que nunca había considerado usar ese capítulo. En la introducción de la edición de 1996 de novela, se lee que Kubrick encontró el final de la edición inglesa muy blando, optimista y poco realista.




LA NARANJA MECÁNICA

Título original: A Clockwork Orange

Año: 1972

Con: Malcolm McDowell - Patrick Magee - Adrienne Corry - Miriam Karlin
Guión de Stanley Kubrick
Basada en la novela de Anthony Burgess
Producida y dirigida por Stanley Kubrick
Productores Ejecutivos Max L Raab y Si Litvinoff Warner Bros. Una compañía Time Warner Entertainment



Sinopsis:

En una futurista Gran Bretaña, Alex y sus drugos, una banda de jóvenes delincuentes, salen cada noche para disfrutar de la 'vieja ultraviolencia' y saciar su apetito sexual violando a indefensas mujeres. A razón de un pequeño problema dentro de la banda, Alex es traicionado por sus drugos y dejado a merced de la policía, la cual lo lleva a una prisión de alta seguridad donde Alex tiene que pasar una larga temporada. Pero un día se le presenta la oportunidad de acortar su estancia presentándose como voluntario a la nueva 'terapia de aversión', con la que se asegura que después de dos semanas la maldad ya no existirá dentro de su ser. Y así es. Es tal la 'terapia de aversión' que el pobre Alex, al menor signo de violencia siente nauseas y unas ganas terribles de morirse. Pero la sociedad no ha olvidado, y los muchos crímenes que cometió en su época dorada se cobrarán su venganza.


Temas que se destancan en el film


Moral: Una de las principales preguntas moralistas de la película -como en otros libros de Burgess- es la definición de "bondad". Después de la terapia de aversión, Alex se comporta como un buen miembro de la sociedad, pero no por opción; su bondad es involuntaria y mecánica, como lo dice el título de naranja mecánica. En prisión, el padre, el único hombre honesto y genuino allí, critica al Tratamiento Ludovico alegando que la verdadera bondad debe venir de adentro. Debe ser genuina.


Psicología : Otro tema central es el ultraje a la psicología conductual propuesta por los psicólogos John B. Watson y B.F. Skinner. Burgess desaprobaba el conductismo, llamando al libro más famoso de Skinner, Beyond Freedom and Dignity (Más Allá de la Libertad y la Dignidad), "uno de los libros más peligrosos jamás escrito". Aunque Watson concedía limitaciones al conductismo, Skinner argumentaba que la modificación de la conducta (aprender técnicas de recompensa sistemática y castigo) era la clave para un sociedad ideal. El tratamiento Ludovico es la forma de modificación de conducta que los científicos aplicaron a Alex, condicionándolo a asociar actos de violencia con malestar físico, previniéndolo de ser violento. La película incorpora una desconfianza al conductismo, enfocándose en la deshumanización y falta de opción en los métodos de modificación de conducta.






" Es curioso que los colores del mundo real solo
parecen verdaderos cuando los videamos en una pantalla"
Alex - A Clockwork Orange

Más información:

1,2 ... ultraviolento (8)

Pierrot Le Fou




Pierrot le fou, es una película francesa de 1965 dirigida por Jean-Luc Godard, y protagonizada por Anna Karina y Jean-Paul Belmondo, basada en la novela de Lionel White.


Ferdinand Griffon, “Pierrot” (Jean-Paul Belmondo), intenta abandonar su vida aburrida en París escapando con Marianne Renoir (Anna Karina), una niñera contratada por su mujer (Graziella Galvani) que está siendo perseguida por unos asesinos.La línea de Godard, cada película que filma, se va haciendo más quebrada. Su idea fija de separar la narración literaria de la cinematográfica, en cierto modo aparece ya como una obsesión.

La investigación sobre una narrativa propia, desprovista de toda retórica, lo sitúa en una vanguardia extrema, –como si la innovación fuera lo imprescindible–, en la que unas veces acierta en lo que serán futuras pautas del lenguaje, y otras desvaría fuera de campo, destrozando lo que sus admirados clásicos (vanguardistas en su época) tanto esfuerzo habían empleado en consolidar.

Por fortuna el tiempo pone cada uno en su sitio, y una gran parte de los experimentos godardianos, –incluido el propio director– han quedado fuera la línea habitual del cine, eso si, permaneciendo en el mundo de los irrenunciables mitos de aquellos atrevidos, necesarios y revolucionarios años sesenta.

En “Pierrot el loco”, adapta una pequeña novela, con el único fin de demostrar la total diferencia e independencia de ambos lenguajes. Y realmente lo consigue.Trabajando sin guión, con su escuela anárquica en la realización, y con un argumento carente de interés, Godard logra la antítesis de la comunicación de sentimientos, de la expresión de ideas o al menos, del mero entretenimiento.

Apoyado en una estética descaradamente tomada de la pintura pop, logra un film visualmente correcto, aunque no le importe que sea intelectualmente vacío o incomprensible. El cine de Godard, visto con una cierta perspectiva, a partir de la locura de su Pierrot, se va a convertir en una serie de experimentos, entretenidos para su realizador y alucinantes para sus incondicionales.

Para el cine como arte, ya poco más, el enfant terrible había dicho todo lo que tenía que decir, y las repeticiones, cansan.

TITULO ORIGINAL: Pierrot le Fou
AÑO: 1965
DURACIÓN: 110 min.
PAÍS: Francia
DIRECTOR: Jean-Luc Godard
GUIÓN: Jean-Luc Godard
MÚSICA: Antoine Duhamel
FOTOGRAFÍA: Raoul Coutard
REPARTO: Jean-Paul Belmondo, Anna Karina, Dirk Sanders,
Jean-Pierre Lèaud, Raymond Devos, Graziella Galvani, Laszlo Szabo, Samuel Fuller
PRODUCTORA: Coproducción Francia-Italia

SINOPSIS:
Ferdinand Griffon, alias 'Pierrot' (Jean-Paul Belmondo), huye de París con Marianne (Anna Karina), la niñera a la que ha contratado su esposa (Graziella Galvani). La pareja se dirige al sur de Francia, pero el viaje se torna muy peligroso cuando les pisa los talones una banda de gángsters con los que Marianne está implicada.


Una película de necesarios multiples visionados (ya sea por gusto y fascinación, o por incompresión) y de muy escasas oportunidades de ser vista, ya que todavía no se encuentra editada en dvd, aunque se programa a menudo en cine-clubs o filmotecas y estuvo editada en vhs en versión original subtitulada. Pero ante todo “verdad a 24 fotogramas por segundo” al igual que la vida. Sin lugar a dudas el que la vea, jamás podrá olvidar la actuación de Belmondo y Anna Karina. Y Godard se convertirá en su semidios fílmico


Modern Times


Tiempos Modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin. La película constituye un retrato de las condiciones desesperadas de empleo que la clase obrera tuvo que soportar en la época de la Gran depresión, condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la industrialización y la producción en cadena. En la película también intervienen Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford y Chester Conklin. La película muestra escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot que podrían haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang.

Tiempos modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro. Se incluyeron algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "nonsense song", cuyos sonidos tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra reconocible en inglés.


Considerado como un ejemplo de filme de crítica social, el mismo Chaplin negó la relevancia que muchos han querido darle a su trabajo en este largometraje.



TITULO ORIGINAL: Modern Times
AÑO: 1936
DURACIÓN: 89 min.
PAÍS: Estados Unidos
DIRECTOR: Charles Chaplin
GUIÓN: Charles Chaplin
MÚSICA: Charles Chaplin
FOTOGRAFÍA: Rollie Totheroh & Ira Morgan (B&W)
REPARTO: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman,
Chester Conklin, Stanley Stanford, Hank Mann, Louis Natheaux, Allan Garcia
PRODUCTORA: United Artists

SINOPSIS:
Un obrero de la industria del acero acaba perdiendo la razón, extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje de su trabajo.
Después de pasar un tiempo en el hospital recuperándose, al salir es encarcelado por participar en una manifestación, en la que se encontraba por casualidad.
En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín por lo que gana su libertad. Una vez fuera de la cárcel reemprende la lucha por la supervivencia, lucha que compartirá con una joven huérfana que conoce en la calle.


Chaplin y Cherster Conklin


Charles Chaplin junto a su esposa Paulette Godard

Paulette Godard

[Este es un film de culto, un de mis favoritos de todos los expuestos hasta hora. Chaplin se anticipaba a la post "Gran Drepresión" que sufriría el proletariado en todo el mundo, a través de su simpatiquísimo personaje Charlot. Escenas de una magnificencia incomparable, como aquella en la que confunden al protagonista con un líder comunista, logrando en el espectador esa noción de color nunca antes lograda. Este es un mínimo ejemplo , por citar alguno, de la genilaidad del film y la óptica minimalista con la que Chaplin miró las problemáticas sociales de la época]